miércoles, 16 de febrero de 2011

... qué hipocresía... ¿no?


Llegó el día y la hora de hablar de Twitter, de la humilde opinión de una humilde bloggera que ni es Comunity Manager ni sabe de social media, pero "algo" de "nosesabequé" sé, y de ello me baso para dar mi opinión:


Como todos bien sabemos, Twitter puede tener infinitas utilidades: hay gente que lo utiliza para publicitar su empresa, otros para ayudar a gente a encontrar trabajo, otros, los llamados "biógrafos", para contar a sus seguidores en qué momento del día les pica un pie, y otros, simplemente, para leer que cuentan todos los anteriores. Pero sin duda, la clave de twitter es el anonimato que tú le quieras dar a tu cuenta y las consecuencias que ello conlleva y que, desde mi punto de vista, es un arma de doble filo, me explico: la parte buena del anonimato es que cada uno se siente libre de dar su opinión sin miedo a ser judgado, digamos, "cara a cara", y sabiendo además que en twitter, para casi todas las opiniones, siempre hay alguien que las respalda. El problema es saber hasta qué punto es ético llevar nuestro anonimato para criticar de maneras más o menos correctas todo lo que nos venga en gana, ya que sabemos que estamos protegidos de posibles sanciones de diferente índole que podrían afectarnos en otros medios si nuestros comentarios terminasen con nuestro nombre y apellidos. Y aquí entra el efecto de sentirse en un grupo: si alguien se atreve y dice algo, califiquémoslo, de burrada, pero otro apoya su comentario, y otro, y.... se comienza a crear una red en la que la responsabilidad de dicho comentario se difumina, creyendo tanto quien hizo el comentario como quienes lo apoyaron, que no existe responsabilidad alguna puesto que varias personas lo comparten. Y esque por el hecho de que un comentario sea compartidopor varios followers, no significa que sea "moralmente" adecuado. Aunque también hay que reconocer que hoy en día la barrera entre lo moral y lo amoral es tan fina que a veces ni se ve.....


En conclusión, creo que debemos utilizar el anonimato que nos da twitter de una manera prudente y responsable y sabiendo que nuestras "meteduras de pata" no tienen consecuencias, hasta que un día sí las tengan.... (miremos, por ejemplo, la movida del "holocausto de Vigalondo"...). He decidido escribir esto porque estoy HARTA de leer burradas en mayúsculas de parte de gente que se queda tan ancha después de soltar semejantes lindeces, y que estoy segura que rodeados de esas personas que les followean, no dirían ni "mú".


Y lo que más gracia me hace de todo esto: la mayoría de la gente de la que hablo han retweteado el discurso de @AlexdelaIglesia hasta la saciedad engrandiosándolo sin límites... ese discurso cuyo tema central es EL RESPETO hacia los que uno hace y hacia los demás..... y sí, esa gente que después de retwitearlo se jactaba de la foto de la ministra Leyre Pajín utilizando adjetivos del tipo de "la puta gorda" y lindeces por el estilo. Qué hipocresía... ¿no?

3 comentarios:

mmisery dijo...

Estoy muy de acuerdo con lo que dices aquí. Creo que lo que hay que hacer es distinguir "sinceridad" de "mala educación". Ya que muchos se escudan en que son sinceros para decir burradas de todo tipo, olvidando que pueden hacer daño a algunos de los que les leen. Por otro lado, si no estamos de acuerdo con lo que alguien dice, yo siempre recomiendo dejar de seguirles, que un "unfollow" no sea un dolor, que no es más que Twitter, pero para mí Twitter es un lugar de ocio, no para acabar pasándolo mal.

Besitos!

oria dijo...

Sí, la última crítica a Leire Pajín me ha repateado. Solo demuestra lo machista que son muchos porque aún está por ver ese típico de críticas despectivas hacia un ministro. Y me repatea además, porque más de uno de estos que se mofaron se llevaron las manos a la cabeza por las declaraciones del alcalde de Valladolid cuando dijo lo de los morritos. Sí, mucha hipocresía.

Anónimo dijo...

No es la gorda de Pajin, es "Papada triste de trompeta"