miércoles, 25 de noviembre de 2009

ser sin ser


Puede que el alma no pueda verse, olerse, tocarse... puede que el alma sea incolora, inabarcable, inaccesible, impenetrable... puede que el alma se inventada, inacabada, inapetente, inerte... puede que el alma sea sin ser, sea sin ti, sea sin mi.... puede que el alma no exista.... pero duele que no veas.


miércoles, 11 de noviembre de 2009

Patricia la Narcisista, un ejemplo de tantos


"El trastorno narcisista de la personalidad es un trastorno de Personalidad del grupo B (desórdenes dramáticos, emocionales, o erráticos). Poseen un patrón de grandiosidad, fantasías de éxito, tienen necesidad de admiración, falta de empatía. Esperan reconocimiento, poder, brillantez, belleza o amor. Exigen admiración excesiva."

Así define el DSM-IV el trastorno narcisita de la personalidad. Y según pasan los años, voy descubriendo que no hace falta irse a un psiquiátrico para descubrir varios.

Sin más, hace unas semanas unas amigas y yo nos pasamos por un bar de Valladolid donde trabaja una chica que en su momento fue amiga íntima, pero que, por unas cosas y otras, se produjo un distanciamiento y ahora tenemos una relación cordial pero no de gran amistad. La cosa fue que cuando fuimos a entrar, vimos que el bar estaba vacío y decidimos no entrar por la vergüenza típica de "entro y seguidamente salgo", a la par que yo hice alguna estupidez y nos reímos. La semana siguiente (sábado) me pase por dicho bar y saludé a la susodicha (la llamaremos,por ejemplo .... Patricia), estuvimos hablando 5 minutillos sobre el trabajo, los estudios, bla bla bla.... Acto seguido me despedí cordialmente, y ahí quedó la cosa. Cuál es mi sopresa cuando al día siguiente, domingo, 23h, suena mi móvil y es Patricia:


- Oye, que soy Patricia.

- Hola, Patricia! Dime, hija.-

- Que quería comentarte que la semana pasada tus amigas y tú os pasasteis por el bar y, aunque creas que no me enteré, os vi no entrar e iros escojonandos de la risa y... bueno, que no me parece medio normal, que ya no somos niñas.-

- (Eiiiiiin????).-

- Si, no te hagas la tonta, que sabes de lo que te estoy hablando.-

-Creo que la estas cagando....-

-De eso nada, que yo se bien lo que vi y oí.-

- Mira Patricia (cambiando el tono acorde con la tocadita de huevos), si no entramos fue porque nos pareció una falta de respeto entrar para salir delante tuyo, y si nos reímos fue por una chorrada que yo dije o hice vete a saber tú de qué, pero... ¿por qué nos íbamos a reír de tí?-

- Eso me pregunto yo...-
- Espera, espera.... pero... ¿por qué te tengo que dar yo ninguna explicación?-

- No, si yo no te llamo para pedirte explicaciones, sólo para que sepas que no me parece ni medio normal.-

- Mira, no tengo por qué soportar esta conversación de besugos, hasta luego.- ( y colgué).


Ejemplifico este caso para subrayar el tipo de confianzas que se toman algunas personas con respecto a otras, siendo la relación que las une bastante superficial (basándose en la cordialidad y el respeto pero sin profundizar). Y creo haber llegado a la conclusión de que a este tipo de personas como nuestro sujeto numero 1 (Patricia) les invade un sentimiento de superiodidad o grandiosidad que les permite sentirse en el derecho de hacer aquello que les dicta la cabeza o el corazón en cualquier momento, sin parase a pensar si su acción está implicando a otras personas o a sus sentimientos que no quieren verse incluídas. En nuestro caso: si Patricia piensa que no entramos porque nos estábamos escojonando de ella, PROBLEMA SUYO (aparte de que tuvo el sábado para decírmelo en persona), pero no tiene derecho a llamarme para hacerme partícipe de sus delirios de grandeza porque ni formo parte de ellos ni (creedme) quiero. Creo que todo el mundo tiene el derecho a expresar sus ideas tal y como las siente, pero debe ser al mismo tiempo consciente de que esas ideas pueden estar equivocadas y que, por tanto, hay veces que es mejor callarse uno mismo con su propia verdad (lo cual no significa renunciar a ella), y no intentar imponérsela al vecino.