lunes, 14 de diciembre de 2009

El que siembra truenos, recoge tempestades


Me considero una persona de izquierdas, o como mínimo, nunca de derechas. Disfruto con los logros conseguidos tipo la ley del aborto y se me pone la piel de gallina cuando miles de conservadores que se autoproclaman católicos invaden las calles madrileñas en contra del aborto, y no consigo recordar la última manifestación secundada por este colectivo pidiendo, por ejemplo, el fin de la pobreza en el tercer mundo u otras causas (a veces y, por desgracia, perdidas) de las cuales sobra relacionar con el catolicismo en cuestión, pues obviado está. Sí, lo reconozco, se me ve el plumero a leguas.

El problema, digamos, "moral", que se me plantea estos días es el referido al caso "Tertsch" el cual se refiere a la agresión que el director del informativo "Diario de la Noche" de Telemadrid Hermann Tretsch sufrió unos días después de que, casualmente (y subrayo lo de "casualmente"), el Gran Wyoming ironizara con su figura a propósito de unas declaraciones que hizo Tertsch en las que afirmaba: "Les aseguro que si yo pudiera matar a quince o veinte miembros de Al Qaeda por liberar a nuestros tres compatriotas lo haría sin la menor duda". Parece ser que el Sketch producido por "El internedio" de Wyoming bastó a muchos para responsabilizarle de la agresión, lo cual ha sido negado efusivamente por éste.

Y es aquí cuando veo unas cosas muy claras y otras.... no tan claras. Claro como el agua (o repulsivo como el vómito) es la gran verdad de que las declaraciones de Esperanza Aguirre o las afirmaciones del noticiario tan objetivo y periodístico como todos sabemos de la Cope (que, al fin y al cabo, se dan lamano) dejando leer entre líneas que el responsable de la paliza a Tretsch había sido, indirectamente, el Gran Wioming, son realmente desafortunadas y lamentables. Sin embargo: ¿hasta qué punto Tertsch no tenía razones para demandar a Wyoming? No creo que sea del agrado de nadie verse en la TV con una metralleta en la mano diciendo semejantes perlas del tipo "si pudiese matar a 15 o 20 pacifistas que prefieren morir a matar lo haría sin la menor duda" de donde no consigo desprender el lado "gracioso". Con esto quiero decir que, con las barbaridades que escucho a Tersch todas las semanas, hasta yo misma podría haber ironizado con éxito alguna de sus declaraciones sin tener que recurrir a ese humor negro que utilizó el Gran Wyoming., pues normalmente Tertsch lo deja todo "a huevo". Siempre me ha gustado el humor de izquierdas porque en la mayoría de sus manifestaciones se ha definido por ser un humor inteligente y respetuoso, que no sobrepasa los límites invisibles que todos conseguimos ver y que separa el buen gusto de lo ordinario y ofensivo. Sin embargo, y por una vez, entiendo la desazón de Tertsch, pues con algunas cosas nunca se consigue hacer humor, y, desde mi humilde opinión, Wyoming buscó lo que sabía que iba a conseguir: enfurecer a Tersch y, de revote, a parte de la derecha. Por supuestísimo que esto no justifica el hecho de que hayan responsabilizado a Wyoming de la fatídica agresión, pues son dos hechos completamente independientes que sólo una mente perversa sería capaz de relacionar. Pero, como dice el refrán, e independientemente de la agresión, centrándome sólo en el Sketch de Wyoming sobre el personaje de Tertsch.... "el que siembra truenos, recoge tempestades".

4 comentarios:

Minipunk Arias dijo...

Opino que se la ha dado demasiado "bombo" al caso.
Por lo que tengo entendido fue una pelea, no una agresión, pasadas las 6 de la mañana y con bastante alcohol en el cuerpo.
El bombo que se le ha dado beneficia a los dos por igual, es una publicidad viral.
Creo que la política es la mejor herramienta peor usada del ser humano.

MAJESTIC12 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Pasajero en tránsito dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Pasajero en tránsito dijo...

Pues yo me reí muy a gusto con el vídeo-montaje del Intermedio sobre Terscht, y no me arrepiento. Además me pareció que el objetivo de la broma era evidente; el fondo de la frase de Terscht es bastante fuerte, porque da igual querer matar terroristas, pacifistas o lo que sea, en definitiva envilece igual tener intenciones homicidas sobre los "buenos" que sobre los "malos".
Como decía no sé quien, la vida es muy corta como para pasársela cabreado. Y el que se pica...