lunes, 18 de abril de 2011

El empleo que nunca llega


Tengo 28 años. A los 17 años, cuando acabé el colegio, me fui a estudiar a la Universidad potificia de Salamanca Psicología. Siempre pensé que el mayor sufrimiento era psicológico, y que no podía haber nada más bonito que dedicar mi tiempo y mi esfuerzo a ayudar a personas aquejadas de trastornos mentales a superarlos. Tardé 8 años en acabar la carrera por problemas de salud. En esos 8 años, fui voluntaria de diferntes ONG`s y asociaciones impartiendo clases de castellano a inmigrantes, ayudando en un centro de día a personas drogodependientes en activo, impartiendo talleres de lecto-escritura a ex-alcohólicos, repartiendo café y galletas a sintechos, gestionando el "metabus" de Cruz Roja, etc etc. Cuando finalicé mi carrera, me vine a Madrid a estudiar la oposición de "Psicólogo Interno Residente" (PIR), pero el resultado no fue fructífero, así que abandoné la oposición y comencé también en Madrid un máster de Psicoanálisis y Terapia Psicoanalítica, pero obvio que no se puede vivir del aire, así que me puse a buscar trabajo. Encontré un puesto de comercial en una tienda de Orange, en la que estuve 6 meses, de la cual me echaron gracias a mis esfuerzos en vender lo mínimo posible, pues mis jefes eran unos mafiosos de poca monta que me obligaban a engañar a los clientes para que contratasen tarifas elevadas. Mi plan salió bien: me pagaron el finiquito y me echaron 3 días antes de comenzar en otro puesto en una tienda también de móviles, pero resultó que el encargado de mi nueva tienda se ensañó conmigo durante los dos meses que estuve allí sin motivo aparente. Recuerdo varios días salir del trabajo llorando, pero eso no mermaba mis ganas por vender al máximo y esforzarme lo máximo posible. Pero mi encargado no me quería allí y consigió que me echasen, a pesar de las protestas de mis compañeros y de las mías propias. Eso fue en enero de este año. Desde entonces llevo buscando trabajo sin resultado, con una dificultad añadida: mi máster se imparte los viernes por la tarde y los sábados por la mañana quincenalmente, por lo que no puedo acceder a puestos en comercios que me necesitan de lunes a sábado tanto por las mañanas como por las tardes. Los dos trabajos que he nombrado anteriormente, estaban situados en centros comerciales abiertos de 10 a 22h, por lo que, al trabajar las 8 horas segidas, podía compaginarlo con mi máster.


Desde febrero llevo buscando trabajo en diferentes portales de búsqueda de empleo en los que no confío nada, pues más que ayudarme, creo que se están ríendo de mí. (léase la entrada anterior a ésta en la que lo explico). Ahora mismo sigo viviendo en Madrid con ayuda de mis padres. No tengo ningún ahorro ya que cuando trabajaba en las tiendas de móviles, no cobraba más de 950 euros. Mi día a día lo gasto en estudiar mi máster, buscar empleo, y trabajar (de manera voluntaria) en Cáritas haciendo terapia a pacientes, normalmente inmigrantes con ingesos muy bajos. Tengo la inmensa fortuna de que mis padres pueden permitirse mantenerme en Madrid los meses que haga falta hasta que encuentre un empleo, pero eso a mí no me vale: su ayuda ahora la recibo con los brazos abiertos ya que sólo llevo en paro dos meses y medio, pero no puedo aceptar esta ayuda hasta el fin de los días.


Yo, como persona perteneciente a una sociedad trabajadora, TENGO DERECHO a un trabajo, porque así lo dice la constitución, y porque he trabajado duro para ello. Os he contado toda mi historia porque estoy harta de oír cifras de parados que no son más que meros números. YO soy YO, con mis vivencias y mi CV personal. Soy una mujer joven, inteligente y proactiva, a la que le han cortado las alas.... ¡¡así me siento yo!! Sé que mi caso no es ni mucho menos de los más dramáticos que se están viviendo dentro del mundo de los parados, y eso tengo que agradecérselo a mis padres. Pero soy YO la que ha sacado adelante una carrera con más problemas que sin ellos, soy YO la que ha dedicado mucho tiempo libre a los demás de manera altruista, y soy YO la que está buscando trabajo. YO, no la parada número bla bla bla. Me siento orgullosa de lo que he hecho en mi perídodo de estudio que aún no he acabado, y sigo luchando para poder ser en un futuro una buena psicoterapeuta psicoanalista.


Estoy cansada, muy cansada.... porque me duele que mis padres tengan que darme su dinero, porque me hierve la sangre cuando tengo que quitar todos mis logros universitarios cuado mi CV lo envío a trabajos del sector servicios (si, así están las cosas), y porque me siento frustrada, mi autoestima cae, y en el fondo sé que no es culpa mía pero todo esto duele, y mucho. No me lo merezco porque he trabajado duro para encontrar un empleo (ya no digo siquiera digno) que me dé un salario (aquí tampoco digo digno).


Estoy cansada.... tan cansada.....

19 comentarios:

Jorge Roberto Martínez Peñaranda dijo...

Uno de los grandes problemas que veo en nuestro sistema educativo es que no nos preparan para la ardua tarea de buscar trabajo y si a eso añadimos la casi nula cultura de buenas practicas empresariales en España, empresas que te dicen que te llamaran y no lo hacen, entrevistas estúpidas, requisitos imposibles, etc... la verdad es que no se nos plantea un panorama muy bonito.
Pero si te digo Pepa que no desesperes, que sigas con tu master, continua buscando trabajo, tarde o temprano aparecerá algo y lo celebraremos con un copazo :D

Unknown dijo...

Jo,... mucho ánimo!

carmncitta dijo...

mucho ánimo!!!!

NuNa dijo...

Toda la razón.

Anónimo dijo...

Muchos ánimos, Pepa!

Txell dijo...

Te recomiendo que te saltes las paginas de empleo y vayas directamente a la web de las empresas: supermercados, gasolineras, grandes superficies (Ikea, Aki, MediaMarkt, etc.). Siempre hay una sección de trabaja con nosotros. De esta forma mi pareja encontró trabajo después de estar meses y meses buscando. Y tampoco es de lo suyo, pero hay que ir tirando.
Mucha suerte.

Unknown dijo...

Joder qué mal está este puto país. Yo me sentiría igual que tú si estuviera en esta situación... Dicen que no llueve eternamente... dicen :-(

Bea_Tou dijo...

Yo que acabo este año me he metido de cabeza a hacer la matrícula del máster porque no hay por dónde rascar, la verdad. A ver si mejora la cosa un poco!

Sammy dijo...

Creo que no queda mucho por decir, animo y ojalá algún día dejemos de ser un número más

Anónimo dijo...

¿Y qué hay de cómo nos engañan en la carrera? Estudié lo mismo que tú y no veo ninguna salida... estoy en tu misma situación... tu historia me es demasiado familiar y por eso me ha llegado...

Chema dijo...

Mucho ánimo Pepa, estamos contigo. Un besazo!!!

María José dijo...

Sigue así hija. Con o sin trabajo eres una persona maravillosa. No desesperes, antes o despues tendrás trabajo y una vida estupenda.Te lo mereces cielo. Tu orgullosa madre.

María José dijo...

Antes o después encontrarás trabajo. Eres una persona maravillosa y eso es lo importante. Solidaria, afectuosa, alegre, inteligente, graciosa, guapa!!!!y un montón de cosas más. Me siento orgullosa de ser tu madre. Te quiero cielo.

@eltermi dijo...

"La cosa" está que da asco. el que ayuda a los mdemás no interesa, solo oel que va arrasando y pisando a los que están por debajo. Es normal que estés cansada y agotada, pero no te desanimes, por experiencia te digo que cuando menos te lo esperas saldrá la oportunidad. Y no lo digo por darte ánimos vacíos, estoy convencido de ello. Lo he visto.

Un beso y mucho ánimo!

Pilar dijo...

Me he sentido representada en tu entrada, llevo un año en paro, estoy inscrita en todas la bolsas de empleo que hay en la ciudad, portales de empleo, y muchos CV entregados en mano en las empresas. Soy arqueóloga, e intento no desistir en el empeño, no he dejado de formarme y estar activa en este tiempo, pero se hace cuesta arriba, porque te da mucha rabia mirar hacia atrás, ver tu carrera,tu trabajo y tu esfuerzo y que te de la sensación de que no vale nada. Yo he llegado casi a odiar la frase "no te preocupes, algo llegará", no lo dudo, pero se resiste.
Te escribo para unirme en tu rabia y decirte que estamos vivas, que tienes unos padres maravillosos al igual que yo y que somos fuertes para resistir una no, MIL crisis. Ánimo muchacha, no te derrumbes nunca.. Besicos desde Zaragoza

Anónimo dijo...

Primuca! El trabajo asalariado ni dignifica ni enriquece. Nos toca tragar con la explotación laboral porque han conseguido que sea imprescindible (e incuestionable) un ingreso continuo de dinero para "disfrutar" lo más básico (techo, comida). Y qué decir del autoempleo (tan recomendado desde arriba)... todo el mundo sabe que el grande (el que más importa de China, el que más maneja, el que más compite) se come al chico (aunque no sé cómo estarán las cosas con la consulta psicológica).
Tu misión, Pepilla, no es entrar en esas dinámicas. Tienes que formarte constantemente, debatir, escribir, ayudar, trascender... realizarte eligiendo de entre caminos dentro de los estudios que ya elegiste. Construye, discurre, no esperes. Vive el momento, valiente!
Un fuerte abrazo desde el norte, ánimo!

Anónimo dijo...

Por desgracia tu caso está muy extendido y con mayor dosis de dramatismo.
Sólo animarte a seguir buscando directamente en empresas de trabajo temporal, empresas sectoriales o empresas de todo tipo con secciones de 'buscamos'.

Mucha suerte y un fuerte abrazo :)

Jos dijo...

acabo de 'descubrirte' por twitter (me has hecho follow y yo te lo he devuelto xD), me he encontrado con tu blog y he leido esto.
Sólo puedo decirte que mucho ánimo, que todo llega..y terminarás encontrando trabajo, segurísimo.
Son odiosas, pero igual en alguna ETT pueden encontrarte algo eventual para los días que si puedes..y ya verás que cuando acabes el master, te llueven ofertas :D

Anónimo dijo...

Ánimo con ello, soy universitario y me pasa lo mismo que a ti,y lo mismo que a millones de Españoles, estoy planteando borrar el título de mi CV, un título que me costó ganarlo con sudor y lágrimas, sólo espero que ese trozo de papel que dice que soy Ingeniero de Edificación tenga algún valor en el futuro.
En España o en otro país, me trae sin cuidado.