miércoles, 11 de noviembre de 2009

Patricia la Narcisista, un ejemplo de tantos


"El trastorno narcisista de la personalidad es un trastorno de Personalidad del grupo B (desórdenes dramáticos, emocionales, o erráticos). Poseen un patrón de grandiosidad, fantasías de éxito, tienen necesidad de admiración, falta de empatía. Esperan reconocimiento, poder, brillantez, belleza o amor. Exigen admiración excesiva."

Así define el DSM-IV el trastorno narcisita de la personalidad. Y según pasan los años, voy descubriendo que no hace falta irse a un psiquiátrico para descubrir varios.

Sin más, hace unas semanas unas amigas y yo nos pasamos por un bar de Valladolid donde trabaja una chica que en su momento fue amiga íntima, pero que, por unas cosas y otras, se produjo un distanciamiento y ahora tenemos una relación cordial pero no de gran amistad. La cosa fue que cuando fuimos a entrar, vimos que el bar estaba vacío y decidimos no entrar por la vergüenza típica de "entro y seguidamente salgo", a la par que yo hice alguna estupidez y nos reímos. La semana siguiente (sábado) me pase por dicho bar y saludé a la susodicha (la llamaremos,por ejemplo .... Patricia), estuvimos hablando 5 minutillos sobre el trabajo, los estudios, bla bla bla.... Acto seguido me despedí cordialmente, y ahí quedó la cosa. Cuál es mi sopresa cuando al día siguiente, domingo, 23h, suena mi móvil y es Patricia:


- Oye, que soy Patricia.

- Hola, Patricia! Dime, hija.-

- Que quería comentarte que la semana pasada tus amigas y tú os pasasteis por el bar y, aunque creas que no me enteré, os vi no entrar e iros escojonandos de la risa y... bueno, que no me parece medio normal, que ya no somos niñas.-

- (Eiiiiiin????).-

- Si, no te hagas la tonta, que sabes de lo que te estoy hablando.-

-Creo que la estas cagando....-

-De eso nada, que yo se bien lo que vi y oí.-

- Mira Patricia (cambiando el tono acorde con la tocadita de huevos), si no entramos fue porque nos pareció una falta de respeto entrar para salir delante tuyo, y si nos reímos fue por una chorrada que yo dije o hice vete a saber tú de qué, pero... ¿por qué nos íbamos a reír de tí?-

- Eso me pregunto yo...-
- Espera, espera.... pero... ¿por qué te tengo que dar yo ninguna explicación?-

- No, si yo no te llamo para pedirte explicaciones, sólo para que sepas que no me parece ni medio normal.-

- Mira, no tengo por qué soportar esta conversación de besugos, hasta luego.- ( y colgué).


Ejemplifico este caso para subrayar el tipo de confianzas que se toman algunas personas con respecto a otras, siendo la relación que las une bastante superficial (basándose en la cordialidad y el respeto pero sin profundizar). Y creo haber llegado a la conclusión de que a este tipo de personas como nuestro sujeto numero 1 (Patricia) les invade un sentimiento de superiodidad o grandiosidad que les permite sentirse en el derecho de hacer aquello que les dicta la cabeza o el corazón en cualquier momento, sin parase a pensar si su acción está implicando a otras personas o a sus sentimientos que no quieren verse incluídas. En nuestro caso: si Patricia piensa que no entramos porque nos estábamos escojonando de ella, PROBLEMA SUYO (aparte de que tuvo el sábado para decírmelo en persona), pero no tiene derecho a llamarme para hacerme partícipe de sus delirios de grandeza porque ni formo parte de ellos ni (creedme) quiero. Creo que todo el mundo tiene el derecho a expresar sus ideas tal y como las siente, pero debe ser al mismo tiempo consciente de que esas ideas pueden estar equivocadas y que, por tanto, hay veces que es mejor callarse uno mismo con su propia verdad (lo cual no significa renunciar a ella), y no intentar imponérsela al vecino.




1 comentario:

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJA ME PARTO!!!

Y el video de Youtube es muy acorde!!! jajajaja

Marian.