jueves, 11 de febrero de 2010

Yo... Tú.... El....


Miro. Te miro. Y a pesar de que te tengo delante, no te veo.

Fumas. Lentamente, das la oportunidad al humo de escalar por tu nariz.

Ella sonríe. Y a la vez llora, pero sólo por dentro, porque no se la oye.

Y los tres nos enfrascamos en una pésima conversación de lluvia en la que solo tú no te mojas, mientras ella y yo nos enredamos en las barillas de tu paraguas de sed.

Sed. Ella tiene sed. Y te bebe. Y yo miro como tu agua sale de mi lengua.

Sed. Tú no tienes sed. Sólo bebes para herirme.

Nos levantamos. Pero tú te caes. Te estrecho mi mano, pero la evitas. Quieres caer.

Y caes. Rápido, hacia el abismo de sus pies... "¡no los roces!" te grito, porque acaban de pisar nuestros recuerdos del mañana.

Si tú caes, yo quiero caer. Si tu bailas, yo quiero bailar...

Y bailamos. Suena de fondo la melodía de él. Sabe a miseria y a sexo.

Y te vuelves a caer. Y ya no te levantas.

Me quedo a solas con él. Me desnuda y me susurra sin tocarme.

Y es así como mi cuerpo se diluye.

Y caigo por donde tú caiste, pero transformada en una foto en blanco y negro.

jueves, 4 de febrero de 2010

Cansada....


Cansada de que la gente no responda a mis expectativas.
Cansada de no responder a las expectativas de algunas personas.
Cansada del nudo que tengo en la garganta.
Cansada de tu indiferencia infinita.
Cansada de los estereotipos.
Cansada de que la gente se crea que es tolerante y comprensiva.
Cansada de palabras y falta de hechos.
Cansada de ser cobarde.
Cansada de no explotar.
Cansada de reír cuando en verdad quiero llorar.
Cansada de llorar cuando en verdad quiero reír.
Sin más, cansada...